Monchi
Director deportivo del Sevilla FC 2000-17
Cómo Monchi hizo crecer al Sevilla de la nada
El último día del mes de marzo de este año fue en el que tuvo lugar la despedida de Nervión de uno de los personajes más importantes de la historia del Sevilla. Ramón Rodríguez Verdejo, más conocido como 'Monchi', decía adiós a su club tras once temporadas como jugador, una como delegado y diecisiete como director deportivo. Y fue precisamente en esta última etapa donde Monchi elevó su tarea a unas cotas de popularidad nunca antes alcanzadas. ¿Por qué? porque tras llegar al cargo en el verano del 2000, con el Sevilla recién descendido y unas pésimas perspectivas de futuro, asumió el cargo que el entonces presidente Roberto Alés le propuso: ocupar la dirección deportiva. Sin tener nociones sobre la misma, se preparó a contrarreloj para devolver al Sevilla a Primera.

Y fue en esta tesitura donde Monchi comenzó a fraguar el mejor legado que le ha dejado al Sevilla: su estructura deportiva. En aquel verano, el isleño comandaba una secretaría técnica de tres integrantes. Diecisiete años después, la ha dejado en dieciséis. Y es que ahora es fácil para el Sevilla tener bajo sus ojos a casi todos los jugadores del mundo y establecer un plan de descarte para, finalmente, escoger al fichaje, pero cuando Monchi comenzó su trayectoria en la dirección deportiva no era así. El gaditano, en su primera gran decisión, hizo fuerte a su corta secretaría técnica en el mercado andaluz y español. De esta manera, y una vez claros los principios, comienza la historia de uno de los mejores directores deportivos de siempre.
En el verano que Monchi tomó las riendas deportivas del Sevilla, fichó a unos jugadores sobre los que sentó las bases del proyecto que haría crecer al club. Las incorporaciones de Notario en portería, Pablo Alfaro y David Castedo en defensa, Casquero y Gallardo en el centro del campo y las promociones de Reyes y Antoñito para el ataque mantendrían a estos jugadores en el equipo durante al menos las cuatro siguientes temporadas, atisbando el ojo clínico que iba a tener el de San Fernando el resto de su trayectoria. Posterioremente, para el regreso a Primera, otros dos jugadores con 'solera' se incorporarían al equipo: el capitán de los títulos Javi Navarro y el mexicano Gerardo Torrado, procedente del Poli Ejido.

Una vez finalizada esta primera etapa de control del mercado local y nacional, se pasaría a la siguiente fase del crecimiento que daría lugar a los títulos. Tres constantes abanderan esta etapa: los grandes descubrimientos en Brasil, con Dani Alves, Júlio Baptista, Renato, Adriano y Luís Fabiano (este último del Porto), por ese orden; la segunda, las promociones de los canteranos al primer equipo, con Sergio Ramos, Jesús Navas, Antonio Puerta y Diego Capel; y la tercera, las oportunidades de mercado, donde destacan Palop, Escudé, Dragutinovic, Maresca o Kanouté. 14 jugadores que costaron, en total, lo mismo que abonó el Real Madrid por Sergio Ramos en 2005. El Sevilla se había hecho grande en sólo 6 años.
Ya a partir de 2007, con su segunda UEFA en el zurrón, un bloque armado y jugadores como Ramos o Baptista con los que ya se había hecho caja, Monchi vivió una etapa de deceleración en el crecimiento. Si bien en cuanto a descubrimientos el ratio de búsqueda salió de Brasil y el número de los mismos bajó -por una menor necesidad-, Fazio, Coke, Keita, Medel o Kondogbia quedan en el haber del de San Fernando. Fernando Navarro, Poulsen o Rakitic, por su parte, quedan dentro de las grandes oportunidades de mercado que Monchi siguió aprovechando, así como los Luna o Perotti que ascendieron desde las inferiores. También llegaron sus primeros fiascos y los jugadores simplemente no rindieron por encima de lo esperado, y la lista no es corta: Aquivaldo Mosquera, Konko, Sergio Sánchez, Stankevicius, Maduro, Romaric, Zokora, Koné, Chevantón, Lautaro Acosta o Babá Diawara.

Una tónica que se rompió, al fin, en 2013, cuando tras las apuestas fallidas en el banquillo de hombres de la casa como Manolo Jiménez o Antonio Álvarez y entrenadores contrastados como Míchel o Marcelino, el Sevilla, de la mano de Unai Emery, experimentaría la gran reinvención de Monchi. Y es que volverían los grandes descubrimientos (Mariano, Carriço, Escudero, M'Bia, Krychowiak, N'Zonzi, Denis Suárez, Aleix Vidal, Vitolo o Bacca), las oportunidades de mercado (Pareja, Rami, Trémoulinas, Banega, Iborra, Konoplianka o Gameiro) y los canteranos (Sergio Rico y Alberto Moreno). La senda de los títulos volvió y la música de la Champions sonó de nuevo en el Pizjuán.
Así, hasta llegar a 2016, cuando el entrenador Unai Emery aceptó la propuesta del PSG y Monchi estuvo a punto de irse, pero se quedaría para realizar una de las grandes renovaciones de la plantilla durante su etapa. Llegaba Sampaoli y cambiaba el estilo. Calidad, toque y presión alta serían sus señas de identidad. Nasri, 'Mudo' Vázquez, Sarabia, Ben Yedder o Jovetic han hecho las delicias de los sevillistas en una temporada que estaba siendo un sueño del que despertaron en el mes de marzo, que acabó con el isleño diciendo "no puedo más". Monchi llegó llorando con el descenso de su Sevilla y se fue llorando de éxito por los títulos y la tristeza de no avanzar en Champions. Así se escribe la historia de alguien que desde la dirección deportiva hizo crecer a su club desde la nada.
Kike Cervera (@kikecervera_)
Fotos: Cristina Quicler, Juan Carlos Vázquez, Colecciones Este 91-92, YouTube