Pako Ayestaran

Su etapa como director deportivo de la Real Sociedad

Hay hombres que en su periplo por el fútbol tratan de encontrar su sitio en cualquier área del mismo para desempeñar la actividad que más les llene en este deporte. Tras haber jugado en los juveniles de la Real, comenzar a entrenar -su verdadera pasión- en su Beasain natal en los 80 y sacarse la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Pako Ayestaran se unió al cuerpo técnico de Rafa Benítez en la temporada 1996-97, en el Osasuna, donde desempeñaría las diez siguientes temporadas junto al entrenador madrileño el rol de preparador físico, en la que fue, sin duda, su etapa más prolífica en el mundo del fútbol. El ascenso del Tenerife, el mejor Valencia de la historia o la mítica Champions de 2005 con el Liverpool así lo corroboran.

Sin embargo, la táctica y una influencia mayor en un club le llamaban poderosamente la atención, amén de estar en las antípodas futbolísticas de Benítez, por lo que en el verano de 2007 fue dentro de la candidatura de Javier González a la presidencia del Athletic, en la que ocuparía el cargo de director deportivo. Una posibilidad, esta, que se vería truncada tras la victoria final de Fernando García Macua. Así pues, siguió en Liverpool hasta que en septiembre de ese mismo verano hizo las maletas por desavenencias con Rafa, a las que siguieron un cruce de declaraciones que se pacificaron con el paso de los años.

Ya una vez fuera de Liverpool, el empresario donostiarra Iñaki Badiola ascendió a la presidencia de la Real Sociedad en enero de 2008, y eligió como hombre fuerte en el consejo para el apartado deportivo a Pako Ayestaran, que por fin vería cumplido su objetivo de dar un salto en la estructura de un equipo de fútbol. Sin embargo, y por desgracia para él, fue una de las peores épocas del conjunto txuri urdin la que le tocó afrontar. Para empezar, debía hacer frente a la contratación de un entrenador, ya que el ahora seleccionador galés Chris Coleman dimitió entonces por diferencias con el presidente entrante, y este punto, el del nuevo técnico, fue la nota discordante que acabaría en una prematura dimisión del beasaindarra.

Y es que Ayestaran propuso a Juan Carlos Oliva, entonces técnico del Villarreal B y ahora ayudante de Quique Sánchez Flores en el Espanyol, para el puesto de entrenador. Avanzó negociaciones con él sin consultar al consejo, al punto de que el preparador catalán rompió su contrato con el filial del submarino a la espera de una llamada desde Anoeta. Pero nada pudo ir peor: el expresidente Iñaki Badiola se opuso totalmente a su contratación por el pasado del susodicho en el Alavés bajo las órdenes de Piterman, algo que los medios contrarios a Badiola podrían utilizar en su contra mediante comparaciones, si bien el empresario donostiarra dijo a Ayestaran que él ponía el dinero y, más tarde, de cara a la afición, que por qué contratar a un técnico de la cantera del Villarreal teniendo a José Ramón Eizmendi en Zubieta.

Todo esto, después de que el propio Ayestaran tumbara la propuesta del consejo de nombrar a 'Jabo' Irureta como entrenador, ya que no lo veía el idóneo para el proyecto, además de, en un intento fallido, proponerse a sí mismo para ocupar el banquillo realista. Finalmente, y casi en la conlusión de un mercado invernal en el que se fichó a jugadores como Pep Lluís Martí, Fran Mérida o Víctor Casadesús, Ayestaran anunció su dimisión por este "cambio de marco". Eizmendi fue el elegido como entrenador hasta final de temporada, pero solo duró 11 jornadas, y Juanma Lillo sería el encargado último de acabar esa complicada campaña en Donosti.

Una historia rocambolesca de un hombre que ha vivido de todo en el mundo del fútbol como Pako Ayestaran.

Kike Cervera (@kikecervera_)

Fotos: ETB (YouTube), EFE, Getty Images

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